Es un trastorno hereditario en el cual la presencia de quistes en el centro de cada riñón provoca que estos órganos gradualmente pierdan su capacidad para funcionar.
Tuberculosis renal juvenil familiar; Síndrome de Senior-Loken
La nefropatía quística medular (MCKD, por sus siglas en inglés) es muy similar a la enfermedad infantil tuberculosis renal juvenil familiar (NPH, por sus siglas en inglés). Ambas llevan a la cicatrización del riñón y a la formación de cavidades llenas de líquido (quistes) en las partes más profundas de dicho órgano.
En estas afecciones, los riñones no concentran suficiente la orina. Esto lleva a una producción excesiva de orina y a la pérdida de sodio y de otros químicos importantes de la sangre.
La nefropatía quística medular ocurre en pacientes mayores. La tuberculosis renal juvenil familiar se presenta en niños pequeños. Ambas afecciones son hereditarias.
La tuberculosis renal juvenil familiar puede ocurrir con problemas oculares y del sistema nervioso. La nefropatía quística medular está limitada a los riñones.
A comienzos de la enfermedad, los síntomas pueden ser:
Posteriormente en el curso de la enfermedad, se pueden desarrollar síntomas de insuficiencia renal, entre otros :
La presión arterial puede estar baja. La piel puede mostrarse:
Los exámenes que se pueden hacer abarcan:
Los siguientes exámenes pueden ayudar a diagnosticar esta afección:
No existe cura para esta enfermedad. Al principio, el tratamiento se concentra en controlar los síntomas, reducir las complicaciones y retardar el progreso de la enfermedad. Debido que se pierde mucha agua y sal, usted necesitará tomar muchos líquidos y suplementos de sal para evitar la deshidratación.
A medida que la enfermedad empeora, se presenta insuficiencia renal. El tratamiento puede involucrar medicamentos y cambios en la alimentación, limitando alimentos que contengan fósforo y potasio. Es posible que usted necesite diálisis y un trasplante de riñón.
Para obtener información detallada sobre el tratamiento, ver:
La mayoría de las personas con nefropatía quística medular llegan a la enfermedad renal terminal entre las edades de 30 y 50 años. El tratamiento de por vida puede controlar los síntomas de la insuficiencia renal crónica. Los quistes que se presentan con la nefropatía quística medular pueden ser muy pequeños, pero en grandes cantidades pueden llevar a problemas renales.
Solicite una cita con el médico si presenta cualquier síntoma de la enfermedad quística medular.
La enfermedad renal quística medular es un trastorno hereditario. Es posible que no se pueda prevenir.
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